Muchas veces las expectativas juegan en nuestra contra; leemos mil y una recomendaciones de un libro y, cuando nos lanzamos a leerlo, le echamos tanta ilusión que acaba defraudándonos. Pues con esas mismas palabras describiría mi experiencia con Hush Hush. Pasó que, del día a la noche, esta saga pareció convertirse en un "boom" por todo Internet; todo el mundo la leía, todo el mundo la reseñaba y, en definitiva, a todo el mundo le encantaba. Y pues claro, no iba a ser yo la única que se quedase sin disfrutar de estos maravillosos libros, ¿no? Así que, en cuanto pude, me hice con un ejemplar, deseosa de comprobar con mis propios ojos que el libro era tan bueno como decían.
La historia nos presenta a la protagonista, Nora Grey, una chica huérfana de padre, trabajadora, que se prepara para elegir entre las mejores universidades del país. Ella, junto con su mejor amiga Vee, una rubia a la que le sobran unos kilitos y que es la definición de "edad del pavo" (que, por cierto, me ha caído genial) lleva una vida bastante normal, hasta que su profesor de biología decide cambiarlas de sitio. Allí es cuando Nora conoce a Patch, su nuevo compañero, el cual parece guardar un gran secreto en sus profundos ojos oscuros.
Lo primero, y que creo que debo soltar desde el principio: no-soporto-a-Nora. Es, en mi opinión, muy repetitiva durante todo el libro, y quizás sea a causa de que la historia está contada por ella, que el libro no me haya enganchado lo suficiente. Sus pensamientos no son realistas, son más bien como un empujón para que se desarrolle la historia. Porque, vamos a ver, es imposible que si siente que alguien la sigue por la noche, sospeche de su compañero de pupitre, al que conoce desde hace dos días, solo porque ha sido un poco borde con ella. Pues es así todo el libro: siempre pesimista, siempre pensando lo peor y siempre... llevando razón. Aja, no me la he terminado de tragar.
Así, Nora va conociendo a Patch poco a poco y, como no podía ser de otra manera, acaba cayendo en sus garras de chico malo (carita picarona).
Antes de todo, os juro y rejuro que yo soy la mayor fangirl que podréis encontrar de los típicos chicos-malos-que-luego-son-unos-bizcochitos y de las historias de amor pastelosas. Pero es que, al igual que con la protagonista, la historia de amor entre Patch y Nora para mi ha sido completamente forzada, ni rastro de los detalles que hacen que el corazón se nos derrita y deseemos un novio como él, no. Simplemente un día están a punto de enrollarse al siguiente ya se aman con locura.
"En su presencia, yo experimentaba una confusa polaridad de deseos. Parte de mi quería salir corriendo al grito de ¡Fuego! ¡Fuego!, pero mi parte más temeraria anhelaba saber hasta dónde podía acercarme sin quemarme"
Y si me preguntas de qué ha ido el libro, tampoco sabría decírtelo, porque, aunque reconozco que el principio del libro es prometedor, la historia enseguida se vuelve más lenta imposible, y más de la mitad de la historia la domina una quietud permanente, sin que ocurra nada realmente relevante. Y lo más gracioso es que toda esa pasividad se supone te está preparando para el gran secreto del libro, la verdadera identidad de Patch, que prácticamente te la cuentan en la sinopsis y en la propia portada antes de leer el libro. EJEM EJEM.
Pero bueno, no todo ha sido malo.
La narración cuenta con una simpleza (sin segundas tramas, solo se centra en la historia principal) que, si bien hace que la historia sea demasiado plana para mi gusto, te permite entender todo perfectamente y seguir facilmente el curso de la historia.
También, el tema es bastante original, y aunque lo pueda parecer en un principio, no tiene nada que ver con "Cazadores de Sombras" (ni punto de comparación).
Además Patch, el prota masculino, tampoco me ha disgustado. En realidad, por la personalidad que deja notar en los primeros capítulos (y en general durante toda la novela), pensé que realmente me iba a enamorar, pero el problema ha sido que, como dije antes, pese a las más de 350 páginas que tiene el libro, realmente no pasa nada durante la mayor parte del tiempo, por lo que me ha dado la sensación de que, con el gran potencial que puede tener un personaje como ese (con su pasado, su carisma y... ese toque de rebelde que nos encanta a todas, para qué mentir) no se ha desarrollado lo suficiente.
"No le había dicho que salía porque... en fin, la verdad es que Patch no era de la clase de chicos que las madres ven con buenos ojos. Patch era de la clase de chicos que manipulan las cerraduras de las casas"
A lo mejor es verdad que leyéndome el resto de la saga (creo que son cuatro libros) les habría terminado cogiendo cariño a los personajes y me habría acostumbrado al estilo de la autora. Pero, sintiéndolo mucho, y sabiendo como sé lo que me duele dejar las sagas a medio, puedo decir con toda seguridad que voy a despedirme de esta para siempre.
¿Y vosotros? ¿Lo habéis leído o pensáis hacerlo? ¿Qué os ha parecido?
